La instalación de la puerta es un elemento fundamental para su seguridad. Una puerta acorazada con una mala instalación es sinónimo de problemas y falta de seguridad.
No hay que perder de vista que las puertas acorazadas tienen un peso muy elevado y que uno de los puntos de ataque de las puertas por parte de los ladrones es la unión entre el cerco y el muro.
Las puertas acorazadas se pueden instalar de distintas maneras dependiendo de los distintos casos en los que nos encontremos. Esta decisión se debe tomar una vez conocidas las características del muro donde va a ser instalada.
No es lo mismo encontrarnos ante una instalación en un muro de hormigón, ladrillo, pladur o viga metálica.
Las formas de montaje más habituales son:
Con escayola y esparto o cemento y cascote. El cerco de la puerta a instalar lleva unas patillas que se insertan en el muro y se fijan macizando el cerco para que forme parte con el muro existente.
La resistencia de este sistema es ideal para cualquier tipo de muro que nos podamos encontrar. El principal inconveniente es que hay que hacer obra (poca) y, en ocasiones, no se puede hacer el remate de carpintería en el día por exceso de humedad.
Mediante este sistema podemos instalar puertas de cualquier nivel de seguridad.
Sistema rápido y limpio por el que se puede instalar la puerta sin necesidad de hacer obra.
Este sistema consiste en introducir unas varillas de gran longitud en el muro, fijándolas con la resina de dos componentes (compuesto de una enorme resistencia) para que formen un conjunto con el muro.
El único inconveniente que presenta este sistema es que en caso de encontrarnos un muro poco consistente o con una cámara de aire no será posible la realización.
En nuestra opinión, si el muro lo permite, es la mejor de las opciones para el cliente.
La opción más recomendada y utilizada para puertas hasta nivel 4 (incluido).
Método muy resistente y efectivo. Para instalaciones donde nos encontramos con una estructura metálica. Máxima resistencia. y permite hacer el remate de carpintería en el día.
Sistema perfectamente válido para puertas de cualquier nivel de seguridad, siempre que nos encontremos una estructura metálica sólida sobre la que soldar.
Es un tornillo que al apretarlo se abre dentro del precerco de madera haciendo fuerza. Este sistema es limpio y rápido, y es eficaz siempre y cuando se esté atornillando sobre un cerco antiguo o precerco que esté fijado de forma sólida.
Además, a la hora de instalar mediante este sistema hay que considerar si los tornillos que se instalan tienen fuerza suficiente para soportar el peso de la puerta acorazada.